26 noviembre, 2011



El 90% de la pesca en el Perú se destina a elaboración de harina y aceite, reveló ministro Burneo

  •  Indicó que su despacho intenta reverter dicha cifra impulsando el consumo humano directo de recursos marinos.
  • Afirmó la Agencia de la Competitividad buscará superar los cuellos de botella que existen que no permiten el desarrollo de las mypes.
El ministro de la Producción, Kurt Burneo, reveló que en la actualidad el 90 por ciento de la captura de especies marinas en el Perú se destina para la actividad industrial, es decir a la fabricación de harina y aceite de pescado, dejando solo un 10 por ciento para el consumo popular.
 “Esto se manifiesta a partir del mayor impulso que se brindó a la pesca de anchoveta en años anteriores. Buscamos revertir este escenario incrementando el consumo per cápita de recursos hidrobiológicos”, dijo.
 De la misma manera, expresó que no es posible que países como Chile, quien obtiene cifras inferiores de desembarque de especies marinas comparado con el Perú, logre un nivel de exportaciones superior.
 “Perú desembarca alrededor de 4,283,000 TM y Chile 580,683 TM. Sin embargo, el vecino país obtiene US$ 1,263,337,000 y Perú US$ 1,884,280,000”, dijo.
 Explicó que esta cifra alcanzada por el vecino país resulta a partir de una mayor elaboración de productos a base de recursos hidrobiológicos con valor agregado.
 En ese sentido, expresó que el Ministerio de la Producción (Produce) viene realizando diversas acciones para incrementar la oferta e impulsar el consumo de especies marinas.
 “No es posible que un kilo de pollo tenga el mismo precio que el kilo de jurel, o que el kilo de lenguado cueste el triple que el kilo de churrasco. Tenemos que reorientar la pesca para que la población pueda beneficiarse con proteínas a base de recursos marinos”, dijo el titular del Sector.
 De otro lado, ratificó que la derogación del D.S. 003-2008-PRODUCE se debió a la negativa de los gobiernos regionales de Moquegua y Tacna de continuar con el régimen especial de pesca industrial de anchoveta en el sur del país, convirtiendo a la referida norma en inaplicable.
 Explicó que actualmente existen muchos intereses alrededor del mencionado dispositivo, sin embargo es necesario defender las cinco millas marinas para la pesca artesanal.

AGENCIA DE COMPETITIVIDAD
El ministro Kurt Burneo sostuvo que una de las principales líneas de acción de su despacho, específicamente en el Viceministerio de Mype e Industrias, es la implementación de la Agencia de la Competitividad, la cual permitirá articular y ordenar todos los programas existentes de apoyo a las empresas, a nivel nacional, regional y local.
 “Esta iniciativa permitirá que los servicios a las empresas se realicen en forma ágil, flexible, y oportuna; facilitará la evaluación y monitoreo, y será un instrumento potente para la formalización de las empresas”, dijo.
 Asimismo, resaltó la suscripción de un convenció con la Región San Martín para la implementación de un plan piloto de la Agencia de la Competitividad, al poseer la mencionada zona todos los implementos necesarios para esta acción.
 El titular del Produce recordó, también, que su sector viene elaborando, junto a diversos representantes de la micro y pequeña empresa el proyecto de la Ley de Formalización del Aparato Productivo, que buscará mejorar la actual Ley Mype.
 “La modernización del sector producción no es una tarea sencilla, se requiere, diseño, implementación y evaluación de las políticas para el desarrollo productivo. Igualmente, programas y proyectos de inclusión productiva, leyes y reglamentos para el desarrollo y fortalecimiento del sector productivo nacional”, explicó.

El ministro Kurt Burneo realizó estas declaraciones durante su presentación en la Comisión de Producción, Mype y Cooperativas del Congreso de la República, donde estuvo acompañado de la viceministra de Pesquería, Rocío Barrios, y el viceministro de Mype e Industria, Julio Guzmán.

Fecha de Publicación: 22/11/2011 ( PRODUCE )

Equilibrio ecológico entre las especies: Nivel de dependencia

En la naturaleza, y por ende en el medio marino, siempre ha existido un equilibrio ecológico entre las especies, sin embargo, desde mediados de siglo pasado, la intromisión del hombre en el mar, parece haber desestabilizado ese ‘equilibrio ideal’; esta intromisión no se refiere a la pesca responsable, la cual contribuye a que los stocks de peces se renueven y estén en un equilibrio dinámico constante, sino a la sobre pesca desmedida y sin control e ilegal que se aplica a ciertas especies, y que genera un desequilibrio ecológico y sustitución de las mismas, afectando la sostenibilidad y biodiversidad marina.
 
La sobrepesca contribuye a la degradación del ecosistema marino y de alguna manera afecta también a todos los organismos que dependen de él para su supervivencia, incluyendo al ser humano como ente activo de las interrelaciones marinas, ya que las flotas pesqueras en muchas regiones tienen a menudo una capacidad que excede a los stocks de peces disponibles.

El entendimiento de los ecosistemas actualmente es limitado, teniendo un impacto serio sobre éstos el crecimiento del sector pesquero y otras actividades humanas. La complejidad de los ecosistemas marinos nos obliga a definir un marco ecológico que involucre a las industrias pesqueras responsables. (Sommer 2001)

En el enfoque ecosistémico, debe considerarse dentro de la red trófica al hombre, como ente distorsionador de las relaciones existentes por siglos en el ambiente marino, y conjuntamente con ello, se debe entender la estructura dinámica del ecosistema y las diferentes interrelaciones tróficas que ocurren en él, según su estructura en la red.

En realidad, las pesquerías del mundo están dirigidas tanto a las concentraciones de depredadores como de presas. Para lograr el aprovechamiento más ventajoso de ambas será necesario conocer las interacciones y los efectos en el ecosistema marino. (Sanders 2002)

A continuación mencionaremos algunos casos en donde el grado de dependencia o interrelación trófica entre las especies se ven afectadas, positiva o negativamente por diferentes interacciones debido principalmente a la competencia, a la depredación, a variables oceanográficas, a la sobrepesca, entre las más importantes:

1. En el caso del tiburón, habría que tener en cuenta que, de no ser capturadas 46.355 t (peso corporal) de tiburones (que son depredadores y por ello se ubican en el nivel trófico superior) el consumo de otras especies registraría una cantidad de 3.475 t diarias o 1,3 millones de t anuales (los juveniles de tiburón suelen consumir un 10% de su peso corporal cada día, este porcentaje disminuye hasta un 5% a medida que envejecen). Si la protección de la pesca se extiende únicamente a los tiburones, éstos depredarán 1,3 millones de t de gambas, calamares y sepias al año. Además de competir por su alimento con los depredadores humanos, competirán con otros peces depredadores y también entre ellos mismos, desequilibrando el ecosistema marino. (Vivekanandan 2001)

2. En la India, con la reciente incorporación de tiburones, rayas, gasterópodos y bivalvos al Apéndice I de la Ley de Protección de la Vida Silvestre, se puede injerir un ejemplo de lo que no sería lo más recomendable de hacer, pues solamente estos grupos han sido protegidos de la explotación. Este tipo de medidas, a las que se recurre en nombre de la conservación, parten del supuesto de que la productividad de los stocks depende únicamente de factores a ellos inherentes como son el crecimiento, la mortalidad, la fecundidad, etc. Aunque dicho planteamiento no sea del todo incorrecto, no contempla algo tan importante como la interdependencia de las diferentes poblaciones y de los demás elementos que componen un ecosistema.

3. Recientemente, unas 50.000 aves marinas aparecieron muertas en la costa de las islas Shetland, se cree que la alta producción industrial de pequeños pelágicos de la que es objeto el mar del Norte fue la causa de esta mortandad.

4. En el Perú, la disminución de las poblaciones de aves marinas, a pesar de que no se practica la cacería de éstas, ha sido explicada por la mayor explotación a que han sido sometidos los recursos pelágicos de cardumen, base de su alimentación.

Además de la presión de pesca a que son sometidos estos recursos, las aves marinas, entre las que destacan el guanay (Phalacrocorax bougainvilli), el piquero (Sula variegata), los pelícanos (Pelecanus thagus) también se ven afectadas indirectamente por las variables oceanográficas, pues condiciones adversas en el océano condicionarán la permanencia de la anchoveta y otros pequeños pelágicos que les sirven de alimento. Como lo acontecido en los años 97-98 en que ocurrió un evento extraordinario de El Niño, que según el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), originó un registro de cifras bajas de aves marinas, debido a una alta mortalidad, así como, de mamíferos marinos tales como el lobo fino sudamericano (Arctocephalus australis) que registró también cifras bajas con 6.257 individuos en 1998 comparado con los 24.136 registrados en 1996 (año considerado como “normal” - IMARPE 1999). Es obvio entonces que las medidas de ordenación deberán incluir necesariamente a las variables oceanográficas. 

5. Los cefalópodos, como la pota (calamar gigante), han tenido en los últimos años en el Pacífico Oriental, un repunte en términos de biomasa disponible y en desembarques, esto podría ser explicado por el incremento de las capturas del tiburón, su principal predador, desequilibrando la relación predador-presa existente por siglos.

6. En el Atlántico Nororiental y Noroccidental, se limita la captura del capelán (Mallotus villosus), a fin de que queden suficientes ejemplares como para alimentar al bacalao (Gadus Morhua), especie de mayor valor comercial. En cambio, en el Atlántico Sudoriental la anchoa y la sardina se siguen explotando intensamente a pesar de que estos peces constituyen un alimento preciado para especies de depredadores de mayor valor comercial, como la merluza y otros demersales, impactando negativamente en el crecimiento y recuperación poblacional de estas especies.

7. Algunos investigadores consideran que se debe tener en cuenta, además de las interacciones entre especies, el beneficio económico en este tipo de enfoque; así tenemos que entre la cigala (Nephrops norvegicus) y el bacalao en el mar de Irlanda (son las dos especies más valiosas) se estima que el bacalao es responsable del 88 por ciento de la depredación total de la cigala, llegándose a la conclusión de que la explotación del bacalao se debía mantener al nivel de máximo rendimiento sostenible, a fin de reducir la depredación de la cigala y obtener un mayor rendimiento económico entre ambas especies.

8. La disminución de especies demersales en el mundo está llegando a una situación preocupante. En el Perú, la merluza (Merluccius gayi peruanus) considerada por el IMARPE en el 2003 como una especie que había llegado a niveles críticos de explotación, se están adoptando medidas para su protección y recuperación (de la manera tradicional, es decir, la de proteger sólo a una especie), orientando el esfuerzo pesquero a otro tipo de pesquería para ‘proteger a la merluza’, como es el caso del bereche con barbo (Ctenosciaena peruviana), considerada por los científicos como alimento natural de la merluza (Mejía et. al. 1971; 1973; Sánchez y Mendoza 1973; Fuentes et. al. 1989); por lo que resultaría contraproducente una medida como la adoptada para hacer que el recurso merluza pueda recuperarse en un futuro.

9. La merluza en la costa del Perú, según Espino y Wosnitza-Mendo (1989), compite por alimento con la anchoveta cuando ambas se encuentran en su estadio larval, y por lo tanto, pueden exponerse a la depredación por parte de las anchovetas adultas; incluso se comprobó de manera indirecta que la biomasa de las anchovetas adultas impactaba negativamente sobre los huevos y larvas de merluza cuando sobreponían sus áreas de distribución. (Sandoval et. al. 1989) 

10. La relación entre las ballenas y el krill en el Mar Antártico, es un buen ejemplo de la interacción por predación; en este caso, el agotamiento de las poblaciones de ballenas ocurrido en 1983, provocó una mayor densidad de krill y, en consecuencia, mejores capturas para una pesca potencial de krill. Por otra parte hubieron temores que al ser mayores las capturas de krill disminuya el índice de recuperación de las ballenas, y por último, las capturas que podrían haberse hecho con la reposición de las poblaciones de ballenas. En este ejemplo la interacción entre las pescas de una u otra especie tiene direcciones opuestas – más capturas de ballenas (y poblaciones de ballenas menores) mejorarán la pesca de krill, mientras que al aumentar las capturas de krill se dañan las poblaciones de ballenas y toda pesca de este cetáceo.

11. En general, podría mencionarse que la mayor parte de las situaciones en las que se producen interacciones entre la pesca de dos o más especies no siempre son tan elementales como los casos anteriores. Las interacciones entre especies pueden ser de muy distinta naturaleza y aunque a veces parece que se está efectuando alguna, el mecanismo no puede ser tan evidente. Los huevos o los juveniles muy pequeños de grandes predadores (p.ej., el bacalao) pueden ser vulnerables a los que se alimentan de plancton (p.ej., caballa o arenque, como en el caso de la merluza y la anchoveta adulta), por lo que la relación prevista entre depredador y presa queda inadvertida. Teniendo en cuenta las distintas fases vitales y la posibilidad de que una fase de una especie que se alimenta con otra, o que compita con algunas fases para una alimentación común, el número de interacciones posibles entre dos especies son de gran magnitud.

En tal sentido, resulta fundamental admitir la interdependencia real de todos los elementos que forman un ecosistema, en lugar de actuar como si los stocks fuesen independientes. Si bien los problemas prácticos que plantea este nuevo enfoque son considerablemente complejos, existen mecanismos científicos que podrían posibilitar intervenciones de gestión pesquera orientadas a la conservación de la estructura y función de los ecosistemas marinos, y por ende, a la conservación de los recursos pesqueros.








NATURALEZA DEL PROBLEMA: EFECTOS DE LA ACTIVIDAD PESQUERA

La pesca tiene una gran importancia social y económica en los países y contribuye en forma importante a la alimentación de las poblaciones humanas cada vez más crecientes en el mundo. Se estima que 12.5 millones de personas están empleadas en actividades relacionadas con la pesca y se ha estimado en 40,000 millones de dólares anuales el valor de los intercambios internacionales de pescado durante los primeros años del decenio de 1990.
Sin embargo, en la actualidad, una gran proporción de las poblaciones ícticas del mundo son objeto de una intensa explotación y sobreexplotación, o se encuentran agotadas y necesitan medidas urgentes de ordenación para ser recuperadas. 
En el ámbito mundial, las pesquerías enfrentan una crisis generalizada, producto de 45 años de presiones crecientes sobre los ecosistemas marinos y costeros. Aún cuando los gobiernos y la industria han mejorado significativamente el manejo de los recursos pesqueros, la explotación de los stocks ha ido progresando a través de los océanos, cada vez con mayor efectividad, de forma tal que en pocos años alcanzan su máxima productividad y poco después empiezan a declinar.
Según FAO (2001), alrededor del 50 por ciento de los recursos de la pesca marítima de todo el mundo está completamente explotado, el 25 por ciento  está sometido a explotación excesiva y alrededor del restante 25 por ciento podría resistir porcentajes de explotación más elevados. A pesar de la alerta declarada y los esfuerzos realizados, la tendencia hacia el aumento de la pesca excesiva observada a principios de 1970, todavía no se ha invertido.
 La producción mundial de pescado ha aumentado de 19 millones de toneladas en 1950 a 130 millones de toneladas en el 2000, de las cuales 36 millones toneladas proceden de la acuicultura. La mayor parte de la pesca de captura (calculada en unos 85 millones de toneladas) procede de los océanos. Las capturas incidentales y los descartes se calculan aproximadamente en 20 millones de toneladas cada año (FAO 2001). Como vemos, la situación ha cambiado significativamente con respecto a lo que se observaba hace unos 20 ó 30 años, cuando todavía se daba cuenta de una cierta cantidad de recursos vírgenes o subexplotados.

Los daños derivados de la sobrepesca no terminan en las especies objetivo de la actividad pesquera, ni en aquellas capturadas de forma incidental como especies acompañantes de menor valor comercial, peces, aves y mamíferos marinos, sino, que están afectando cada vez más a los ecosistemas marinos de las que estas especies forman parte, y los científicos están alertando sobre el hecho de que ésto tendrá como resultado cambios profundos en nuestros océanos, quizás, inclusive, irreversibles.
La extracción excesiva de grandes cantidades de especies de peces tendrá repercusiones sin duda en la red trófica y afectará por ende a las poblaciones interdependientes, así mismo debemos tener claro, que la distribución y abundancia de los stocks de peces se supeditan también a la dinámica del medio ambiente marino y, en concreto, a las condiciones atmosféricas y la oceanografía física y química, por lo que todo tipo de ordenación también debe incluir en sus modelos de gestión las variables oceanográficas (p.ej.,corrientes marinas, variabilidad climática, eventos El Niño, entre otras). Ya que en los casos que se ha podido establecer una relación directa entre el hundimiento de un stock y la sobreexplotación pesquera, los cambios naturales han sido considerados también responsables (Hutching y Myers 1994; Hilborn y Walters 1992). El caso más característico es el de la anchoveta peruana (Engraulis ringens) y su relación con El Niño, en las que no hay consenso en la importancia relativa de los dos factores, pesca e hidrografía, como causas del hundimiento, pero es aceptado que ambas han sido parcialmente responsables. (Lalli y Parsons 1994).



El Enfoque Ecosistémico.

Un tema relativamente nuevo para la mayoría de las administraciones pesqueras mundiales, que se viene examinando en los foros internacionales como la FAO, es el planteamiento de un enfoque ecosistémico en la pesca, es decir, una visión integral del manejo pesquero, que supone una mayor vinculación con variables de tipo biológicas, ecológicas y del comportamiento humano.
La FAO, en su informe El Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura (2002), alerta sobre el hecho de que el enfoque tradicional de la ordenación pesquera, que considera las especies a las que se dirige como poblaciones independientes y auto sostenibles, es insuficiente. Además menciona que la utilización sostenible de los recursos acuáticos vivos en el mundo puede conseguirse solamente si se determinan explícitamente y se comprenden en la medida de lo posible, tanto los efectos del ecosistema en los recursos vivos, como los efectos de la pesca en el ecosistema. También se reconoce formalmente que los pescadores son parte integrante del ecosistema y que es preciso conseguir el bienestar tanto del ecosistema como de los seres humanos.

QUÉ ES UN ENFOQUE ECOSISTÉMICO
Se denomina ‘ecosistema’ al ambiente natural en el que los organismos vivos son interdependientes y experimentan intercambios continuos, ya sea entre ellos mismos, o con la materia inerte. Un ‘enfoque ecosistémico’ marino significa que se toman en cuenta todas las delicadas y complejas interacciones entre los organismos (de todos los tamaños) y los procesos físicos (tales como las corrientes y la temperatura del mar por ejemplo) que componen el ecosistema marino. En tal sentido, el enfoque ecosistémico no sólo está dirigido a la reglamentación de la pesca de ciertas especies, sino que también vela porque la pesca no tenga un efecto desfavorable en otras especies afines o dependientes de las especies objetivo. Los esfuerzos, por lo tanto, estarán dirigidos a preservar la ‘integridad’ del ecosistema mediante el establecimiento de límites conservadores (es decir, precautorios) a fin de tomar en cuenta las necesidades de las especies relacionadas y preservar la sostenibilidad ecológica de todas las especies involucradas (incluyendo al hombre) y del hábitat donde viven.
Por consiguiente, la investigación debe ampliar su ámbito fuera de la especie objetivo, poniendo mayor énfasis en el análisis de las interrelaciones entre las distintas poblaciones de un ecosistema.

Elementos fundamentales de un enfoque ecosistémico:
1. El enfoque ecosistémico es integrado. En la actualidad, tendemos a manejar los ecosistemas para obtener un bien o servicio dominante como por ejemplo pescado, madera o energía eléctrica, sin reconocer plenamente lo que se está perdiendo simultáneamente. Es posible entonces que estemos sacrificando bienes y servicios más valiosos que los que estamos obteniendo; por lo general se trata de aquellos a los cuales el mercado no les ha asignado un valor, como es la biodiversidad. Un enfoque ecosistémico considera todo el abanico posible de bienes y servicios e intenta optimizar la mezcla de beneficios para un ecosistema dado y entre los varios ecosistemas. 
2. Un enfoque ecosistémico redefine los límites que tradicionalmente han caracterizado el manejo que le damos a esas unidades. Se hace énfasis en un enfoque sistémico reconociendo que los ecosistemas funcionan como entidades completas y requieren ser manejados como tales y no por partes. Esto implica trascender los límites jurisdiccionales, dado que los ecosistemas por lo general traspasan las fronteras entre Estados y países.
3. Un enfoque ecosistémico adopta una visión de largo plazo. Si la finalidad es la sostenibilidad de los recursos, es preciso que las medidas que se adopten perduren para mantener las generaciones futuras.
4. Un enfoque ecosistémico incluye a la gente. Se integra la información social y económica con la información ambiental acerca de los ecosistemas. Así pues, en él se relacionan explícitamente las necesidades humanas con la capacidad biológica de los ecosistemas para satisfacerlas. Aunque está atento a los procesos de los ecosistemas y a los umbrales biológicos, este enfoque deja el espacio apropiado para las modificaciones humanas.
5. Un enfoque ecosistémico mantiene el potencial productivo de las unidades. Esta óptica no se centra solamente en la generación de bienes y servicios, viéndola más bien como un producto natural de unos ecosistemas saludables y no como un fin en sí misma. Según este enfoque, el manejo no es acertado a menos que preserve o aumente la capacidad de un ecosistema para producir los beneficios deseados en el futuro.

04 noviembre, 2011

CONAPESCA y UAM desarrollan nueva especie de trucha que se adapta a cambios climáticos

La trucha dorada de origen silvestre puede adaptarse a las condiciones climáticas y de cultivo, aceptar alimento balanceado, así como crecer hasta alcanzar talla y peso comercial (29 centímetros y 330 gramos).


 
CHihuahua, México: Después de cinco años de estudios, investigadores del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), así como especialistas de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), trabajan con una variedad de trucha dorada –nativa de la parte alta de los ríos Sinaloa y Culiacán— que se adapta a los cambios climáticos sin afectar su reproducción, por lo que, por primera vez, será posible su cultivo en cualquier parte del territorio mexicano.
Luego de una investigación desarrollada sobre el comportamiento de esta especie bajo diferentes niveles de temperaturas, los científicos aseguran que la trucha dorada de origen silvestre puede adaptarse a las condiciones climáticas y de cultivo, aceptar alimento balanceado, así como crecer hasta alcanzar talla y peso comercial (29 centímetros y 330 gramos).
Esto constituye, subrayaron, una muestra del potencial acuícola que ofrece esta especie mexicana, que permitiría a los truticultores incrementar la producción y garantizar la disponibilidad de este alimento durante todo el año en el mercado nacional.
 

Estudio de la trucha dorada
Tras el hallazgo de la especie Oncorhychus chrysogaster, ejemplares de la trucha dorada fueron recolectados por los investigadores y trasladados al centro acuícola Guachochi, Chihuahua, para su estudio biológico genético, que comprendió un periodo de cuarentena en canales de corriente rápida.
Los cuidados de biólogos y especialistas permitieron el desarrollo y desove de los ejemplares en estudio. Posteriormente, en diciembre de 2007, se logró la primera reproducción in vitro con la obtención de más de tres mil huevos.
Parte importante del proyecto fue el desarrollo de biotecnología en condiciones normales (respecto al hábitat de la especie) y mediante el procedimiento de fotoperiodo, para determinar los principales parámetros biológicos en el ciclo de vida de la trucha dorada.
Para ello, fue necesario construir y operar un módulo de fotoperiodo (equipado con celdas fotovoltáicas generadoras de energía eléctrica) para modificar la época de maduración de la especie y acelerar su domesticación.
De esta manera, se logró la producción suficiente de crías para cultivo y reproducción como parte del proyecto de investigación “Trucha Dorada”.
Los resultados derivados de esta investigación demuestran que es posible cultivar esta especie de trucha en granjas acuícolas, sin afectar su información genética que garantiza la calidad de la especie.
Los especialistas de la Dirección General de Investigación en Acuacultura del INAPESCA continúan con la realización de estudios para evaluar el desempeño reproductivo de esta especie en granjas comerciales, a fin de impulsar su producción masiva mediante el sistema de fotoperíodo aplicado con éxito en la trucha arcoíris.
La trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss nelsoni), en cambio, genera una producción de más de seis mil toneladas anuales, que se cultivan y reproducen en alrededor de mil granjas comerciales, ubicadas principalmente en los estados de México, Puebla, Michoacán, Hidalgo y Veracruz.
Foto: Hookhack.com
Fuente:Panorama acuícola magazine (en línea) (ref. de 04 de Noviembre del 2011)
Disponible en web <http://www.panoramaacuicola.com/noticias/2011/11/03/conapesca_y_uam_desarrollan_nueva_especie_de_trucha_que_se_adapta_a_cambios_climaticos.html>

03 noviembre, 2011

Cultivo de Algas: Avances y Desafíos

Por: Alejandro H. Buschmann & María del Carmen Hernández-González.
Desde hace siglos las algas han sido relevantes en la dieta de países orientales, impulsando programas de acuicultura de distintas especies. En Occidente el interés se ha centrado en la extracción de polisacáridos con limitado valor comercial y mercados con una tendencia a disminuir la tasa de crecimiento de sus mercados durante la última década (Bixler & Porse, 2011).
Actualmente se han desarrollado programas en busca de nuevos usos y negocios con las macroalgas, destacando el de productos gourmet, moléculas bioactivas en salud humana y animal, transformación en productos de uso agronómico o en la industria alimentaria (ver revisiones de Zehmke-White & Ohno, 1999; Buschmann et al., 2008a; Titlyanov & Titlyanova, 2010). En la última década también se ha enfatizado el uso de algas como biorremediador en zonas costeras eutroficazas.  Especialmente se señala que su producción asociado a especies animales en cultivo que producen grandes cantidades de nitrógeno inorgánico disuelto en lo que se denomina hoy día como Acuicultura Integrada Multi-Trófica (ver revisiones de: Chopin et al.,  2008; Buschmann et al., 2008b). Sólo muy recientemente se ha retomado la idea de transformar la producción de biomasa para la generación de biocombustibles. Durante la crisis energética ocurrida en la segunda mitad del siglo pasado se impulsó un programa para transformar la biomasa del alga parda Macrocystis pyrífera en biogas (North, 1979). Hoy con el desarrollo de nuevas tecnologías disponibles para la transformación de algas en bioetanol (Adams et al., 2009) y con el creciente aumento del precio del barril de petróleo y el deseo de disminuir la huella de carbono, las expectativas de transformar de usar macroalgas en biocombustibles ha despertado interés en varios países tales como Japón, Korea, USA, Noruega, Irlanda, Escocia y Chile.
El cultivo de algas en países Orientales tiene larga data y los niveles productivos son especialmente impresionante en China, pero es claro que su desarrollo no se ha transformado en un polo de desarrollo en Occidente. Desde nuestro punto de vista tres son los elementos centrales que es necesario modificar para potenciar el desarrollo de la acuicultura de algas en Occidente:

1. Desarrollo de nuevos usos para aumentar la valorización de las algas
2. La valorización de los servicios ambientales que las algas prestan al ser humano
3. Desarrollo de aproximaciones industriales que permitan escalar su producción.

A continuación desarrollamos brevemente cada uno de los puntos señalados. En oriente la valorización de muchas especies de algas como alimento permite incentivar e instalar prácticas de acuicultura. Es posible destacar por ejemplo la producción del alga roja Porphyra para la producción de láminas de Nori que se comercializan hoy día globalmente para la confección de suchi. En los pocos países Occidentales donde se consumen algas estas tienen un bajo valor comercial. Un ejemplo de ello es el alga parda Durvillaea antarctica y el alga roja Porphyra columbina que se comercializan en Chile a un muy bajo precio pese a que existe una tradición en cuanto a su consumo (Buschmann et al., 2008a). No obstante en algunos países Europeos como Francia existen varias empresas que han logrado introducir algas como producto “gourmet”. Ello demuestra que si se establecen acciones de I+D apuntando a la búsqueda de nuevos usos que le den valor a diferentes especies de algas ello determinará un aumento de su demanda y se apuntará al establecimiento de prácticas de acuicultura de ellas para sustentar un el producto en forma continua y estable que sustente el modelo de negocio.
Otra arista para fomentar la acuicultura de algas es valorizar los servicios ambientales que estos organismos pueden ofrecer al hombre. Hoy día se tiene muy presente los graves efectos ambientales que la introducción de materia orgánica y elementos inorgánicos pueden tener en zonas costeras lo cual está generando procesos de eutrofización costera a escala global (cita). El uso de algas para extraer nitrógeno disuelto –elemento clave en los procesos de eutrofización al limitar la productividad primaria) puede ser una herramienta potente (Troell et al., 1999, Fei, 2004). Sin embargo su introducción debe estar asociada a un sistema económico que incentive sus uso (ver Neori et a., 2007)

Finalmente, es necesario abordar nuevas metodologías de producción de acuerdo al tamaño demanda de la demanda que el negocio podría tener. Si se trata de un modelo de negocio de pequeña escala pero que por tener un alto valor agregado puede que no se requiera un desarrollo industrial relevante. No obstante si la demanda es alta como es el caso de la producción de biocombustibles es posible hacerlo solo si se cuenta con tecnología apropiada. En países donde la mano de obra es baja como el caso de Kappaphyccus y Eucheuma en Filipinas e Indonesia se puede utilizar tecnologías relativamente sencillas. No obstante si estamos en un país industrializado es necesario desarrollar procesos productivos industrializados y conocer las capacidades productivas de las especies con gran detalle (Sahoo & Yarish, 20). En general en Europa y América tenemos escenarios con diferentes matices pero más cercanos al segundo caso donde se requiere industrializar el proceso de producción de algas. A modo de ejemplo se puede señalar el caso del cultivo de Gracilaria chilensis en Chile. El cultivo de esta especie como insumo para la industria del agar se realizó basado en la capacidad de propagar vegetativamente este especie (ver Buschmann et al., 1995). No obstante diferentes problemas de orden productivo han requerido desarrollar sistemas donde la propagación vía esporas (ver Alveal et al., 1997) tenga que ser utilizada lo cual ha modificado los sistemas de producción y sus costos. Así hoy día, la producción de Gracilaria está sujeta a los cambios del valor del agar producidos aumentos de los volúmenes al incorporarse nuevos países como China e Indonesia lo cual requiere mejorar los niveles productivos.

En conclusión el cultivo de algas tiene grandes potenciales debido a la diversidad de usos que estas tienen, así como de nuevas aplicaciones que se puedan descubrir. No obstante ello, para generar un modelo de negocio y establecer un sistema productivo sustentable, es necesario de una inversión en I+D de una magnitud tal, que permita alcanzar niveles productivos y darle el valor agregado a ellas.


Fuente: AQUAHOY( portal de información en acuicultura) <en línea> <ref. de 03 de Noviembre del 2011>
Disponible en web:<http://www.aquahoy.com/index.php?option=com_content&view=article&id=14780%3Acultivo-de-algas-avances-y-desafios&catid=56&Itemid=100065&lang=es>

01 noviembre, 2011

En modernización Se requieren US$ 152 millones para puertos

APN informó que concesión del puerto General San Martín quedó suspendido.


La Autoridad Portuaria Nacional dio a conocer que el plan maestro para la modernización de los puertos de Salaverry (La Libertad), General San Martín (Ica), Ilo (Moquegua) e Iquitos (Loreto) determinó que requieren una inversión conjunta de US$ 152 millones.
Frank Boyle, director de la APN, detalló que para los puertos General San Martín e Ilo se requieren US$ 52 millones y US$ 22 millones en la primera etapa, respectivamente, mientras que para los puertos de Salaverry se estima una inversión de US$ 55 millones y para el de Iquitos US$ 29 millones.
Asimismo indicó que el proceso de concesión del puerto General San Martín ha quedado suspendido, en tanto se están haciendo los trabajos de recuperación en el terminal y que deberán terminar en diciembre de este año.

fuente: Diario "La República" <en línea><ref. de 01 de Noviembre del 2011>
Disponible en web:
<http://www.larepublica.pe/31-10-2011/se-requieren-us-152-millones-para-puertos>

Varios puertos del litoral peruano están cerrados por fuerte oleaje

Puertos en las regiones Lambayeque, La Libertad, Áncash, Arequipa y Moquegua, no están operando


Las condiciones atmosféricas en el Pacifico sur están manifestando el desarrollo de intensas perturbaciones y generando persistentes oleajes anómalos que se están extendiendo hacia el mar peruano, donde se ha ordenado el cierre de varios puertos.
Un aviso especial enviado por la Dirección de Hidrografía y Navegación indica que 16 caletas y puertos del litoral sur se encuentran cerrados, entre los que destacan los de Matarani, Mollendo e Ilo, entre otros.
Además, informaciones procedentes de las capitanías de puerto señalan que los puertos de Chimbote, Supe, Huacho y Chancay, en el litoral centro, están cerrados.
En tanto, la Autoridad Portuaria Nacional dispuso el cierre de los principales terminales de La Libertad (Salaverry, Malabrigo y Pacasmayo).
Un aviso cerrará en las próximas horas los puertos de Pimentel, Santa Rosa y Etén.
fuente: El comercio <en línea><ref. de 01 de Noviembre del 2011>
disponible en web:
<http://elcomercio.pe/peru/1326461/noticia-varios-puertos-litoral-peruano-estan-cerrados-fuerte-oleaje>